miércoles, 23 de marzo de 2011

REUBICACIÓN DE FRAGMENTOS

Al igual que sucediera en la restauración del retablo mayor, en esta intervención está jugando un papel importante la reubicación en su lugar de origen de muchos fragmentos que un día se desprendieron del retablo, bien por el mal estado de conservación, o por accidente causado por una manipulación indebida.

Esta reubicación de fragmentos ha sido posible gracias a que desde hace décadas (si no un siglo) se han ido guardando en las dependencias parroquiales cada fragmento, por pequño que fuera, que se desprendiera de algun retablo, escultura, marco, blandón, atril, etc.
De esta forma han llagado a nosotros varias cajas con centenares de piezas, de distinta forma y tamaño, doradas o policromadas.

La principal dificultad para identificar qué fragmentos pertenecen a este retablo y no a otro reside en que los cinco retablos principales de la iglesia ( el mayor, la Crucifixxión, este del Rosario, San José y la Inmaculada) son coetáneos y pertenecen a un mismo autor, Felipe Fernández del Castillo, por lo que las coincidencias morfológicas son muchas, y el tipo de acantos, roleos, guirnaldas, etc. se repiten en muchos casos.
Un minucioso estudio del diseño del retablo y la paciente observación de los fragmentos permite ir "casando" en su lugar de origen los fragmentos que un día se desprendieron del retablo.
Hasta el momento se han reubicado 35 fragmentos.








































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