Una vez montado el andamiaje necesario para tener acceso a todo el retablo se comenzaron las labores de consolidación y restauración sobre el mismo.
En primer lugar se ha eliminado la suciedad más superficial, consistente en la acumulación de polvo sobre la superficie lignaria. Estos depósitos de polvo no eran excesivos, debido a la relativamente reciente limpieza superficial a que fue sometido el retablo en 2004, con motivo de la finalización de las obras de restauración y la iluminación artística de la iglesia. No obstante, en la parte superior del retablo, la execsiva acumulación de polvo, restos vegetales, elementos metálicos, pequeños cascotes y fragmentos desprendidos del enlucido de la bóveda hace pensar que aquella limpieza no alcanzó esa zona.

En el ático se daba, de manera generalizada, un problema de pérdida de la adhesión de los estratos de preparación (estuco) y dorado y policromía al soporte (la madera). Ello había provovado el levantamiento de los estucos en forma de "conchas" o "cazoletas" cóncavas, con el consiguiente riesgo de desprendimiento de las mismas, dejando la medera vista, lo que ya ocurría en muchas zonas, que acusaban pérdidas de dorado y policromía.

No hay comentarios:
Publicar un comentario