Al tratarse de un retablo adosado al muro, no tiene ningún acceso al interior, por lo que su estructura interna sólo es visible desde la trasera del ático. Desde allí, podemos observar los distintos rollizos de madera que anclan el retablo al muro, cumpliendo éstos una función puramente "antivuelco", ya que el retablo está constituído por una estructura autoportante
viernes, 3 de diciembre de 2010
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